sábado, 12 de abril de 2008

Ansiedades

No hace mucho leí un artículo de un prestigioso psiquiatra (tal vez Rojas Marcos) acerca de la ansiedad, una enfermedad bastante reciente. Decía que el ser humano tiene una limitada capacidad de asimilar información, y en base a ésta, podía tomar decisiones. Curiosamente, la sociedad actual permite obtener cada vez más información, de tal manera que llega un momento en que tenemos tantos estímulos que no somos capaces de asimilar todos y actuar conforme a ellos.

Al hilo de lo anterior, recuerdo un reportaje de la Primera Guerra Mundial. Fue a partir de esa Guerra en la que comenzaron a detectarse no sólo traumas físicos, sino también auténticas barbaridades a nivel psicológico. La explicación que daban era que, hasta esa guerra, el soldado se enfrentaba en una especie de "cuerpo a cuerpo" con el enemigo, el peligro tenía una dirección determinada y, aunque existían algunas armas destinadas a destruir grupos de personas, nada que ver con lo que se vio a comienzos del siglo XX.

Vivir alerta, en el sentido negativo de la palabra, provoca un desgaste increible. Todos necesitamos "el descanso del guerrero" de cuando en cuando. Elegir determinados temas, personas, estímulos... nos encamina y nos ayuda a enfocarnos en un objetivo, que es la esencia de nuestra vida al fin y al cabo.

Estáis de acuerdo?

5 comentarios:

Ana dijo...

Cierto nivel de alerta es bueno y natural para que no nos la den con queso, pero un excesivo nivel de alerta es malo. De acuerdo que de vez en cuando hay que encontrar el descanso y la relajación. No a la ansiedad y el estrés. De acuerdo contigo.
Muaaaa

Miguel Schweiz dijo...

Jo Nueva, yo tengo he escrito sobre sobre la ansiedad; voy a ponerla así comparamos nuestras reflexiones ¿Vale? Lo que pasa que esas cosas las pongo en Amaneciendo.

Ya sacaremos cosas nuevas... :)))

Besos

Silgo dijo...

Estoy de acuerdo, este crecimiento de los estímulos y de la cantidad de información a la que estamos expuestos genera en muchos casos un déficit de la capacidad de atención. Es fácil verse sobrepasado, saturado por todo lo que nos llega.

En los tiempos en los que vivimos ha crecido de forma notable el número de trastornos relacionados con la ansiedad. La complejidad del entorno social actual provoca que necesitemos estar pendientes de mil y un factores durante una jornada. Cosas que en sí pueden ser nimias, pero que sumadas acaban teniendo un efecto notable: El despertador, el tráfico, el cole de los niños, la hora de entrar en el trabajo, las relaciones con los compañeros, con la pareja, el teléfono, la hipoteca, etc. El estrés es una importante causa de problemas personales y laborales (en muchos casos pobremente comprendidos)

Por eso todos necesitamos vías de escape de esta presión. El problema estriba en encontrar y saber reconocer cuales son las propias. Así como aprender a relativizar las fuentes de estrés, y a prescindir en la medida de lo posible de los estímulos superfluos.

Lo que no tengo tan claro es que la esencia de nuestra vida se base en enfocarnos en un objetivo. Al menos en tanto en cuanto se defina este objetivo como algo específico.

celemin dijo...

Y creo que cuanto mas mayores nos hacemos más baja nuestra capacidad de asimilar esa información, por lo que somos mas propensos a esa ansiedad...

Chocolat Soul dijo...

Si, creo que es posible que sea ese el motivo de que nos estresemos o tengamos ansiedad. Hay demasiado que hacer, que escuchar, que entender... nuestras neuronas nos piden un respiro y si no se lo damos nos afecta interiormente y el bucle se va cerrando... y cerrando... hasta que... voilà, no podemos con nuestra alma.

Buena entrada!!