viernes, 30 de enero de 2009

Hemingway y la humanidad

Acabo de terminar de leer "por quién doblan las campanas". El libro que encumbró el compromiso social y político de Hemingway por los republicanos de la Guerra Civil Española. Un compromiso no sin crítica implícita, tal y como se deduce por sus descripciones de las rebeliones internas que se produjeron: comunistas fusilando a troskistas, coroneles locos que ven necesaria la "depuración" del bando...

La descripción de los personajes es demoledora. Me quedo, sobre todo, con Anselmo. El viejo que cree en la causa, pero ve en matar a un semejante "un pecado". La iglesia puede que no exista con la República, pero es menester una romería, una penitencia para expiar ese pecado. Porque puede que Dios no exista para perdonar nuestros pecados, pero el hombre ha de perdonarse a sí mismo.

El misticismo realista es algo que conmueve. La descripción de una vida vivida con el ansia del que espera todo y da todo cada minuto que le queda de existencia sobrecoge. Me hace pensar que nosotros, a día de hoy, no merecemos tener una existencia gris y anodina.

Os envío un link de quien se dice es la inspiración de Hemingway para crear a Robert Jordan:
http://www.guerracivil.org/PERSONATGES/merriman.html
http://www.britannica.com/EBchecked/topic/376361/Robert-Hale-Merriman

3 comentarios:

Tanhäuser dijo...

Te echábamos de menos, pero veo que has estado muy bien "acompañada".
Besos

el marido de la portera dijo...

Estupendo análisis de la novela. Me has motivado para releerla. Te sigo.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Debe ser terrible morir sin ser perdonado, especialmente perdonado por uno mismo.

Un abrazo